7 errores comunes al usar cámaras de seguridad en casa (y cómo evitarlos)
Las cámaras de seguridad son hoy una herramienta esencial para proteger hogares y negocios. Sin embargo, muchos usuarios cometen errores al instalarlas o usarlas que reducen su efectividad y ponen en riesgo la tranquilidad que buscan. En esta entrada te compartimos los 7 errores más comunes y cómo solucionarlos de forma práctica para que tus cámaras trabajen a tu favor, no en tu contra.
8/29/20251 min read
Las cámaras de seguridad no son un lujo, son una necesidad. Pero instalarlas no basta: su efectividad depende de cómo se usan. En BRACA hemos detectado que la mayoría de los problemas no vienen del equipo, sino de errores simples que los usuarios suelen pasar por alto.
Aquí te contamos los más comunes:
1. Colocarlas demasiado altas
Muchos creen que mientras más alto, mejor. Pero si la cámara está demasiado elevada, no capta rostros ni detalles. Lo ideal es entre 2.5 y 3 metros de altura, con ángulo hacia accesos principales.
2. No considerar la iluminación
Las cámaras sin visión nocturna o mal posicionadas frente a focos generan imágenes borrosas. Un truco: combina luz ambiental con infrarrojo y evita colocar la cámara directo contra fuentes de luz.
3. Usar contraseñas por defecto
Un error gravísimo: dejar la contraseña de fábrica. Los ciberdelincuentes las conocen y pueden acceder a tus cámaras. Cámbiala siempre y usa claves robustas.
4. Grabar solo por movimiento
Ahorrar espacio es importante, pero confiar únicamente en detección por movimiento puede dejar vacíos críticos. Usa grabación continua en puntos estratégicos y respaldo en la nube.
5. No darles mantenimiento
El polvo y la humedad afectan tanto como en los paneles solares. Una cámara sucia o mal calibrada puede fallar justo cuando más la necesitas.
6. No probarlas periódicamente
Mucha gente instala el sistema y se olvida. Probar una vez al mes te asegura que están grabando, enfocando y almacenando correctamente.
7. Pensar que la cámara lo hace todo
Las cámaras son un pilar, pero no sustituyen hábitos de seguridad básicos: cerrar accesos, usar cerraduras de calidad y contar con respaldo energético.
